domingo, 30 de noviembre de 2008

Suna



Nombre: Suna
Categoria: Sombra
Edad: 20 años
Nivel: 4


Descripción: Esta muchacha de escasos 20 años de edad tiene una mirada fría, sus amarillos ojos están totalmente carentes de cualquier tipo de sentimiento. Una sola de sus miradas podría congelar al más cálido corazón y desilusionar al más osado. Una larga y blanca melena descansa sobre su hombro como si de una tranquila y dormida cascada se tratara.
De movimientos gráciles, casi gatunos, y sumamente calculados, aparentemente jamás da un paso si es que no es preciso darlo. Callada siempre, casi ausente, pero siempre atenta a lo que sucede a su alrededor.

Historia: Abrió los ojos, no sabía dónde estaba pero lo que más le preocupaba: no sabía quién era, ni como se llamaba. Solo una cosa tenia clara la cabeza le dolía como si miles de tambores sonaran en su interior. Miró a su alrededor para intentar ubicarse, nada; seguía sin saber donde estaba. Parecía un puente bajo una autopista, o alguna vía del tren. A su alrededor algunos bidones de metal ardían calentando con su fuego a pequeños grupos de indigentes. Contorneó un poco más la cabeza, intentando reconocer toda la zona. Un llamativo grafiti de colores vivos que iban del rojo al violeta acaparó su atención, “Suna” ponía es esa obra de arte realizada a golpe de spray.
Era una noche fría y húmeda, hacia poco que había llovido, prueba de ello eras los charcos que se agolpaban por doquier en el suelo. El frio logro abrirse paso por su piel hasta llegar a calar en lo más profano de sus huesos. Muy a su pesar decidió acercarse a uno de esos grupos de mendigos. El hedor que emanaban esos sin techo era más insoportable a cada paso que daba, pero por alguna razón que desconocía no sentía la necesidad de expresar esa desagradable sensación, simplemente se limitaba a acercarse a la candela que le proporcionaría el calor suficiente para sobrevivir al menos esa noche.
Los mendigos la miraron sorprendidos, hacía mucho tiempo que no tenían delante de ellos a una jovencita y bien por el lívido que ya tenían olvidado o bien por el alcohol que corría por su sangre, miles de groserías salieron de sus bocas. Ella extendió sus manos para acercarlas al fuego, no sabía porque, no lo comprendía pero la verdad es que aun y entendiendo todo lo que le estaban diciendo esos hombres, no sentía ni enfado ni asco, era como si estuviera vacía ,y la verdad es que no le importaba.
Una voz atronadora mandó callar a los mendigos. Esa voz salía de un punto oscuro y tenebroso. La muchacha no había advertido que allí hubiera nadie. Entre las sombras una figura se alzó. Era un hombre de gran envergadura y corpulencia, que por sus vestimentas claramente se trataba de otro mendigo, pero por como lo miraban sus compañeros estaba claro que no era un hombre normal.
- ¿Como te llamas?- le dijo el gigantón a la muchacha.
Una pregunta fácil de responder en condiciones normales. Pero no se acordaba de eso que llamamos nombre, una cosa que nos parece insignificante hasta que lo perdemos. Recabó en su memoria para llegar a poder responder la pregunta, más, sus recuerdos no llegaban más allá de cuando abrió los ojos debajo de ese puente. Algo tenía que responder, algo tenía que decir. Fue entonces cuando vio en s mente ese grafiti que le había llamado tanto la atención por su colorido.
- Suna –dijo finalmente.
- Bienvenida Suna, este fuego es tu fuego –dijo el hombretón mientras retornaba a su rincón oscuro.
Suna asintió y retornó a posar las manos sobre el fuego. De repente la calma interior que sentía fue quebrada y un amplio dolor invadió todo su espinazo. Sus amarillos ojos empezaron a brillar con luz propia, sentía como perdía el control de su cuerpo. Los mendigos empezaron a asustarse y a mirarse entre ellos mitad sorprendidos mitad aterrorizados. Suna abrió la boca y un ensordecedor y estridente maullido salió.
Una figura miraba desde lejos como la muchacha descuartizaba sin cuartel a todos esos mendigos sin que le pudieran presentar resistencia alguna, ni siquiera el más grande de todos. Tras suspirar el lejano observador se giró haciendo voltear su capa d forma teatral y puso rumbo hacia algún sitio, poco le importaba donde, mientras fuera lejos de esa carnicería.
Mientras andaba no hacia más que pensar en esa muchacha de pelo blanco. Quizás lo que hacían con esas niñas no era muy ético, pero cuando salía bien sin duda los resultados eran increíbles.
Muchas eras las cofradías de ladrones que moraban en la ciudad, no existía una guerra abierta entre ellas, más si una sana rivalidad de saber quien tenía a los mejores miembros entre sus filas. Es por eso que se decidieron a realizar una serie de experimentos para buscar el ladrón perfecto.
El último y más espectacular de estos experimentos fue el resultado de Suna. Bueno mejor dicho, pensó él, es un error de cálculos, los científicos creyeron que esa muchacha podría soportar la esencia de ese demonio gato en su interior. Otras ya lo habían asimilado y controlado por completo, adquiriendo aptitudes que superan ampliamente a las de os humanos normales. Pero siempre existe la posibilidad de un fallo. Y así fue, la joven de blanca cabellera fue incapaz de absorber a demonio siendo ella la controlada. Ese ser infernal mora ahora en su interior y sale siempre que le place para realizar atrocidades como las de ese puente.
Temerosos de la muchacha, decidieron borrarle la memoria por completo y abandonarla a su suerte. Que sea el mundo quien se encargue de ella. ¿Irresponsables? Quizás, pero qué más da. Cansado de pensar en esos asuntos decidió que no hay nada mejor para olvidar que un buen trago de sake caliente.

7 comentarios:

Fox dijo...

good pj polok

Drow dijo...

Si, muy kurrao la verdad!!!!

Fox dijo...

ab cuando vienes a jugar

Mandoni dijo...

u_U cuando se me pase la puta gripe de la muerte....u_U

Fox dijo...

venga puto juega xD

Fox dijo...

la que menos mete pero se va salvando

Mandoni dijo...

Uee!! pero al zombie gozilla me lo crují casi yo solo! jajaja